La incontinencia urinaria es un síntoma de que algo va mal en el organismo
La incontinencia urinaria es la pérdida de control de la vejiga. Este problema es frecuente y suele causar vergüenza en las personas que lo sufren.
La intensidad de este problema va desde casos leves, como perder orina de forma ocasional cuando se estornuda o tose, hasta tener unas fuertes ganas de orinar y no llegar a tiempo al baño.
Aunque ocurre con mayor frecuencia a medida que las personas van envejeciendo, no es un problema inherente a las personas de la tercera edad. De hecho, existen diversas causas que la producen y que podrían afectar en épocas tempranas. Si la incontinencia urinaria es muy frecuente, será necesario que acudas al médico.
Tipos de incontinencia
Los síntomas se pueden identificar de acuerdo al tipo de incontinencia que se produzca. Esto quiere decir que, de acuerdo con Mayo Clinic, existen diferentes causas de la incontinencia. Estos son:
Incontinencia de esfuerzo, que ocurre cuando la orina se escapa después de haber una presión al toser, reír o estornudar; incluso ocurre cuando se alza algún objeto pesado.
La incontinencia imperiosa, que ocurre cuando aparecen unas ganas de orinar repentinas y a continuación se produce la pérdida involuntaria de orina. Esta ocurre debido a un trastorno neurológico o producto de la diabetes.
La incontinencia por rebosamiento, que se produce cuando hay un goteo constante ya que la vejiga no se ha vaciado por completo.
También puede ocurrir la incontinencia funcional, y esta se debe a un deterioro, ya sea físico o mental, que impide que se llegue a tiempo al baño.
Finalmente, la incontinencia mixta, por otra parte, consiste en la unión de diferentes tipos de incontinencia urinaria.
Qué produce la incontinencia urinaria
Hay que tener en cuenta que la incontinencia no es una enfermedad, más bien se trata de un síntoma que puede revelar otros problemas de salud.
Existen ciertos alimentos, medicamentos y bebidas que pueden actuar como diuréticos, es decir, estimulan la vejiga y elevan el volumen de orina. Entre estos están el alcohol, la cafeína, las bebidas gaseosas, chocolates y los chiles.
También están los alimentos con alto contenido de especias o ácidos cítricos. Algunos medicamentos relajantes, entre otros.
Otros problemas pueden ser las infecciones urinarias o el estreñimiento. Este tipo de incontinencia se puede tratar con tan solo detener el consumo de los alimentos y bebidas antes mencionados. En caso de infección y estreñimiento, hay que acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado.
Cuando la incontinencia es persistente
Existen otros factores que hacen que este problema sea persistente. Entre ellos están el embarazo y el mismo parto. En el embarazo se producen cambios hormonales que pueden tener efectos sobre la vida diaria. Además del peso del feto, que puede incidir en la incontinencia de esfuerzo.
Durante el parto, por otro lado, los músculos de la pelvis se pueden debilitar, provocando un prolapso. Esto es, el desplazamiento de la vejiga hacia abajo, así como el útero, el recto o el intestino delgado.
El cáncer de próstata, la menopausia, los cambios producidos por la edad y los trastornos neurológicos también inciden en este problema.
Ante todo lo visto, debes saber que no existe un tratamiento específico. En este sentido, tratando el problema de origen, es posible controlar la incontinencia.
Por eso es importante acudir al médico si el problema es persistente y existen otras complicaciones de salud.