El herpes es una enfermedad de transmisión sexual muy común que puede presentarse en toda zona que haya experimentado contacto sexual, por ende, el herpes anal es una variante posible. Aquí examinaremos los síntomas que caracterizan esta enfermedad.

La página Soy Carmín apunta que uno de los síntomas clásicos de herpes anal es la aparición de protuberancias rojas y ampollas blancas alrededor del ano, que pueden causar dolor e incomodidad al momento de que te sientes.

El herpes anal genera también picazón recurrente en la zona anal, así como sensaciones dolorosas difíciles de pasar por alto. Esto viene reforzado por la aparición de úlceras que se ubican dónde estaban las ampollas originales.

 Y pueden surgir costras en las úlceras rotas o sangrantes.

El herpes anal también puede causar cambios intestinales, pero eso sucede en muy pocos casos.

El tratamiento del herpes anal tiene por objetivos la reducción del brote de herpes y la disminución de la intensidad del mismo. El tratamiento también puede reducir la probabilidad de contagiar el virus a tu pareja sexual.

La terapia antiviral es el tratamiento principal, dado que el herpes no es más que un virus, los medicamentos antivirales son capaces de reducir el lapso del brote.

El médico puede indicarte un antiviral de consumo regular para que aplaque el surgimiento del herpes.

Ten en cuenta que el herpes YA SE puede curar.

El ejercicio consciente y responsable de la sexualidad reducirá en gran medida el riesgo de contraer el virus del herpes y de contagiar el virus. El tratamiento, por otro lado, servirá para que no tenga un rol preponderante en tu vida.

Ten en cuenta que el herpes YA SE puede curar.