El sistema consiste en segmentar nuestro presupuesto mensual en los distintos gastos y no rebasarlos
Uno de los retos más complicados al momento de poner en orden las finanzas personales es tener la disciplina suficiente para ajustar los gastos de cada mes a los distintos rubros sin salirse del presupuesto, incluido un fondo de ahorro a manera de reserva para imprevistos que permita cumplir con los objetivos sin recurrir a endeudamiento, al mismo tiempo en que se desarrollan hábitos en materia de economía personal o familiar que ayudarán a mantener las cuentas sanas.
En ese sentido, uno de los métodos más antiguos pero que sigue vigente e incluso se puede adecuar a las nuevas tecnologías, es el llamado “Sistema de Sobres”, el cual sugiere separar los distintos gastos que se tienen a través de sobres, de tal manera que puedes dar un seguimiento inmediato de cuánto dinero tienes en cada una de las categorías en las que se ha separado el destino que tendrá el dinero.
El principio del “Sistema de Sobres” radica en poner límites a las distintas asignaciones de nuestro presupuesto, de tal manera que sirva como una barrera que impida excedernos en cada uno de los rubro.
Para llevarlo a cabo, en primer lugar se deben fijar las categorías del presupuesto que quieres asignar (renta, despensa, servicios, transporte, alimentación, ahorro, entretenimiento, etc…), a cada una de la cual le corresponde un sobre al que le escribirás su etiqueta, así que entre más segmentada sea la distribución del gasto, más disciplina se necesita para no salirse del presupuesto.
Una de las claves para que este sistema funcione, es hacer un ensayo durante el mes previo anotando todos los gastos que se realizaron para asignar una cantidad realista y objetiva de lo que seguiremos destinando a cada una de las categorías, al mismo tiempo que esto nos da un primer esbozo para saber en dónde podemos hacer un recorte que permita tener nuestro sobre de ahorro más lleno.
Aunque para muchos este método les parezca ya obsoleto por la cantidad de productos o servicios que se pueden adquirir en línea, el sistema se puede adaptar a la banca digital de dos formas: sacando varias cuentas (las cuales se pueden incluso gestionar desde una aplicación en dispositivos móviles) en las que una vez que tengamos el dinero depositemos el recurso asignado a cada una, o bien, mantener el formato de los sobres y escribir en un papel la cantidad inicial e ir actualizando la cifra conforme avance el mes y los gastos.
Al final, este es un sistema que requiere disciplina para que sea exitoso, pero es también una manera sencilla y efectiva de comenzar a llevar un mejor control de nuestras finanzas.