Mientras los demócratas buscan impulsar una segundo paquete de ayuda económica por coronavirus, los republicanos se resisten a promover el envío de cheques adicionales, a pesar de que el Gobierno federal ha expresado su interés.
Esto deja en un escenario incierto la aprobación de un respaldo que iría de $2,000 a $5,500 dólares, dependiendo los ingresos y el tipo de familia.
“Podríamos hacer una segunda ronda de pagos directos”, dijo el presidente Donald Trump a princios de abril. “Está absolutamente bajo seria consideración”.
Recientemente, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, aseguró que la Administración federal está evaluando el potencial de otro estímulo.
También el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, alentó al Congreso a aprobar otra ayuda.
Un reporte de Forbes señala que entre los republicanos, indispensables en el Senado, hay varias voces en contra de aprobar el apoyo en mayo.
Steve Scalise, por ejemplo, reaccionó a los comentarios de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sobre los pagos mensuales de estímulo.
“Pelosi continúa usando esta crisis para impulsar estas ideas socialistas radicales que han sido consistentemente rechazadas”, dijo.
El representante Paul Mitchell también se expresó en contra.
“Ya tenemos un ingreso básico universal, se llama trabajo. También tenemos SSDI (Seguro por Incapacidad del Seguro Social) para personas que no pueden trabajar físicamente o debido a discapacidades”, expresó. “Tenemos una variedad de formas de apoyo para las personas, como compensación por desempleo y asistencia pública… lo que (Pelosi) quiere hacer además de arrojar más dinero a las personas”.
Lindsey Graham esperó que los pagos directos no se incluyeran en la próxima ronda de legislación.
“El verdadero estímulo que va a cambiar es la trayectoria en la que estamos será la economía, no los controles del gobierno. Así que dudo que haya otro pago”, expresó.
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