La entidad, con poder de decisión para la iglesia universal, considera que hay que seguir adoptando medidas para evitar la propagación del COVID-19 y que por eso actualiza las observaciones hechas a las Conferencias Episcopales como en el decreto anterior.
Reitera que los obispos y presbíteros celebren los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz.
“Los fieles sean avisados de la hora del inicio de las celebraciones, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas. Podrán ser de gran ayuda los medios de comunicación telemática en directo, no grabados. En todo caso, es importante dedicar un tiempo oportuno a la oración, valorando, sobre todo, la Liturgia Horarum.”
Esta liturgia se fundamenta en oraciones encomendadas con mandato específico a sacerdotes y religiosos. La Congregación para el Culto Divino exhorta a las Conferencias Episcopales y a cada diócesis en particular ayudar en la oración familiar y personal.
El decreto establece que para la celebración del Domingo de Ramos se celebre en el interior del edificio sagrado; en las iglesias catedrales se adopte la segunda forma prevista del Misal Romano; en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera.
Mientras que para la misa crismal o de Jueves Santo en la mañana se valore la situación de cada país y las Conferencias Episcopales podrán dar indicaciones sobre un posible traslado a otra fecha.
Se omite el lavatorio de los pies, en la celebración de la Santa Cena del Señor, al igual que las procesiones y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario. En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.
Para el Viernes Santo, la Congregación indica que en la oración universal, los obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos y en el caso de la adoración de la Cruz con el beso se limite solo al celebrante.
La Vigilia Pascual, de sábado para domingo, decidieron que se celebre solo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para la liturgia bautismal, se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales, mientras exhorta a los seminarios, las residencias sacerdotales, los monasterios y las comunidades religiosas que se atengan a las indicaciones del Decreto.
No habrá viacrucis, peregrinaciones, lavatorio de pies para evitar la aglomeración de personas.
En el caso de la República Dominicana, la Conferencia del Episcopado mantendrá las medidas que comenzó a aplicar desde el 19 de marzo pasado y que actualiza la Congregación del Culto Divino.
Por primera vez en la historia de la Iglesia, las eucaristías se continuarán celebrando sin la presencia del pueblo. Los sacerdotes oficiarán misas sin la feligresía en sus parroquias y se quedarán en las mismas hasta que cese la actual situación.
Las misas será transmitidas por radio y televisión tal y como se dispuso el pasado día 19
Los fieles quedan dispensados de participar de las celebraciones y conmemoraciones de la iglesia hasta que pase la actual situación.
"En este momento, es su misión participar como Iglesia doméstica desde sus hogares orando por la situación actual, viviendo en la esperanza y confianza de que Dios nos mostrará su rostro" expresan los obispos.
Continuarán suspendidas celebración eucarística y comunitaria, incluido los domingos, actos penitenciales, vía crucis, retiros, talleres y procesiones hasta que cese la situación actual y en el caso de las exequias los sacerdotes deben asistir a los fieles tomando precauciones.
Durante la Semana Santa, que se inicia en 10 de abril, no habrá la acostumbrada celebración de los ramos o entrada triunfal de Jesús a Jerusalèn para evitar el contagio. Algunas iglesias del país y de otras naciones han propuesto que cada vivienda cuelgue un ramo en frente de su casa, pero la Conferencia del Episcopado no indica en su mensaje no se refiere a esa modalidad.
Este año no habrá lavatorio de pies en la arquidiócesis de Santo Domingo y en la misa crismal, que será celebrada a las 9:00 de la mañana en la Catedral, solo participarán el arzobispo, los obispos auxiliares vicarios episcopales.
Todas las celebraciones de harán sin la presencia de feligreses que deberán darle seguimiento a las actividades por los medios electrónicos.
El domingo de resurrección, la fiesta más importante de los cristianos, también será celebrada sin feligreses como se ha dispuesto en casi todas las parroquias del mundo.
"Exhortamos a mantener la fe, la oración y la prudencia; al mismo tiempo, estar atentos a las informaciones suministradas por los organismos oficiales y de esta Conferencia del Episcopado Dominicano, evitando divulgar noticias de dudosa procedencia.
¡Fomentemos la esperanza y la certeza de que Dios nunca abandona a su pueblo!", concluye la Conferencia del Episcopado Dominicano.