Con el paso de los días, parece que la emergencia por el coronavirus – lejos de disiparse– se complica con nuevas medidas para controlar la propagación.
La cepa Covid-19, de la que se empezó a comentar en diciembre pasado, ha provocado una orden para limpiar a profundidad el dinero en efectivo; e incluso, destruirlo en caso de que el material sea potencialmente peligroso al contacto humano.
El gobierno central chino indicó en un comunicado de prensa el sábado que todos los bancos en el país deben lavar el efectivo, desinfectarlo con luz ultravioleta y colocarlos a altas temperaturas. Posteriormente, es requerido almacenarlo durante siete a 14 días antes de entregarlo a los clientes.
En el caso del material que proviene de áreas de infección de alto riesgo, como hospitales y mercados, éste será “tratado especialmente” y enviado de vuelta al banco central.
Otra estrategia que implementan las autoridades es la suspensión de las transferencias físicas de efectivo entre las provincias más afectadas, para de esta forma intentar reducir la posibilidad de transmisión por medio del intercambio.
La cadena CNN destaca, sin embargo, que no se tiene constancia de cuán “infectado” pueda estar el dinero; tampoco se conocen casos de pacientes contagiados por el contacto con billetes.
Las últimas cifras de las autoridades en el país apuntan a que la cifra de muertos supera los 2,000, mientras que la de contagio los 74,000.