Cuando se publicó la entrevista, en enero de 2016, todos los medios se volcaron a los actores. El propio gobierno estadounidense y el mexicano aseguraron que deberían estar en la cárcel por haber puesto en riesgo la vida de muchas personas, ocultando el paradero del narcotraficante.
Al final, la explosiva historia fue el epitafio del Chapo. La entrevista ocurrió en octubre de 2015 y para enero de 2016 ya había sido capturado. El artículo fue publicado por la revista horas después de que la entonces procuradora de México, Arely Gómez, confirmara que Guzmán Loera había contactado a algunos actores y productores porque quería hacer una película autobiográfica.
“Las tareas de seguimiento permitieron documentar los encuentros entre los abogados del ahora detenido y estas personas”, dijo en enero de ese año. De esa forma, su encuentro con Sean Penn y Kate del Castillo fue para el Chapo su sentencia.
Y es que a horas de la reunión, tropas mexicanas estuvieron a punto de capturar al entonces líder del cártel de Sinaloa, pero este logró escapar tras caer de un barranco. A pesar del peligro, Guzmán Loera siguió en contacto con los actores a través de mensajería de Blackberry, según confirmó la propia revista Rolling Stone. Este contacto fue lo que selló su destino.
El 8 de enero de 2016 se llevó a cabo el operativo “Cisne negro”, en el que elementos de la Armada entraron a la casa de seguridad localizada en el fraccionamiento Las Palmas, en Los Mochis, donde se encontraba “El Chapo”.
A partir de entonces, el destino del fundador del cártel de Sinaloa quedó sellado. En enero de 2017 el gobierno mexicano lo extraditó a Estados Unidos, donde fue declarado culpable de 10 delitos relacionados con tráfico de drogas y lavado de dinero y sentenciado a cadena perpetua.
Lo que parecía un abrir de puertas a muchas oportunidades resultó ser una pesadilla para la actriz mexicana. Después de ese encuentro, Del Castillo sufrió una persecución del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), además que vivió el torbellino de información que se generó en los medios de comunicación sobre aquella entrevista.
La actriz no pudo pisar México por casi tres años debido a la investigación que se abrió en su contra durante la administración priista. Y aunque el gobierno federal indagó su caso por posible lavado de dinero, ningún cargo se presentó en su contra. Estos hechos la llevaron a la actriz a insinuar que sufría una persecución política; así lo dijo en entrevista con Jorge Ramos:
No sé por qué esa cacería tan terrible hacía mí. Me he preguntado todo, por qué el ataque tan fuerte. No sé, a la mejor esa es una de ellas
Las acciones emprendidas en su contra también la llevaron a la quiebra, según confesó.“Estoy quebrada. He estado pagando abogados en los Estados Unidos y México por varios años”, le dijo a Los Angeles Times. Finalmente, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno, la actriz pudo tomar un respiro, volvió a México e inició acciones legales en contra de la administración anterior y de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía General de la República.
Demandó por los los daños que le dejó la investigación y pidió un monto de USD 60 millones de indemnización por el desprestigio que las acusaciones le han traído a ella y su familia. Mientras el proceso legal continua, la actriz logró lanzar su propia marca de Tequila y siguió con la filmación de la Reina del Sur 2.
Sean Penn, un actor sin proyectos
El actor estadounidense no ha tenido grandes proyectos desde la publicación del polémico artículo. El mal recibimiento que tuvo en el Festival de Cannes en 2016 como director lo mantuvo alejado del medio por un largo periodo.
Fue en 2018 cuando, tras años de polémicas en lo personal y laboral, volvió a la pantalla chica con la serie The First, que habla sobre la primera misión para aterrizar en Marte. A ello se suma The professor and the Madman, película inspirada en la novela de 1998 de Simon Winchester.