¿Por qué? La razón es simple: la escasez de centros de traumatología, según un informe divulgado el jueves.
Irónicamente, es un especie de micro planeta, siendo el condado con mayor diversidad étnica y racial en todo el país.
Dos años después del cierre en febrero de 2009 de un par de hospitales locales -St. John’s Queens en Elmhurst y Mary Immaculate en Jamaica-, la tasa de mortalidad por disparos del municipio aumentó de menos de 16% a más de 23%, según The City.
El medio, que analizó los datos de la policía de Nueva York sobre más de 12 mil tiroteos entre 2010 y octubre de 2018, también descubrió que cada año desde el cierre de esos hospitales, excepto 2016, la tasa de mortalidad por disparos de Queens ha excedido el promedio de la ciudad.
Otras áreas de NYC que carecen de centros de trauma cercanos abarcan gran parte de Staten Island y el sur de Brooklyn, incluida Coney Island, pero allí no se ha visto el volumen de tiroteos del sur de Queens, lo que subraya la necesidad hospitalaria.
A pesar de su tamaño y la cantidad de tiroteos, Queens tiene la menor cantidad per cápita de camas de cuidado intensivo en centros de trauma. La cifra equivale a la mitad de El Bronx, el próximo distrito más bajo, encontró el estudio.
Un área particular de Queens, al sur de Hillside Avenue, es la zona más carente de hospitales, con más residentes viviendo a más de tres millas de un centro de trauma que en cualquier otro lugar de la ciudad.
La península Rockaway tiene sólo un hospital, St. John’s Episcopal, y carece de un centro de traumatología.
El último centro de trauma que se encuentra en el sur de Queens es el Hospital Jamaica, y podría estar colgando de un hilo.
La Asociación de Hospitales del Gran Nueva York (GNYHA) incluyó en febrero pasado esa instalación en una “lista de observación” de centros en peligro de cierre, ya que registró pérdidas casi todos los años entre 2005 y 2017, señaló el informe.
“No estoy seguro de cómo mantener las puertas abiertas”, advirtió el Dr. Robert Winchell, jefe de la división de trauma del NewYork-Presbyterian Hospital.