Detalla que los sistemas de pensiones deben ser coherentes con el incremento de la longevidad, los sistemas de cuidado deberán estar acorde con la dinámica del envejecimiento doméstico y los sistemas de salud tendrán que responder a las demandas de acceso y atención de una población mayor cada vez más representativa dentro de la estructura etaria.
El estudio indica que paralelamente deberán impulsarse desde ya políticas que contribuyan a la equidad de género, toda vez que serán las mujeres quienes predominen en las edades mayores y, por ende, quienes requieran de los servicios sociales.
Sobre el tema del envejecimiento, Marta Fernanda Ortega, directora de la Fundación NTD, indica que el primer reto que tiene la República Dominicana con la comunidad envejecida es el cuidado.
El estudio, publicado en 2018, indica que el 6.7% de la población son personas mayores y requieren cuidados de diferentes tipos, pero señala que el cuidado se dificulta porque las familias son más pequeñas debido a la baja tasa de natalidad y, además, las incursiones de las mujeres al mercado laboral también han dificultado el cuidado porque eran ellas quienes se encargaban de esto.
Ante la crisis del cuidado, el estudio plantea que hay que equilibrar el diamante, el cual está formado por el individuo (autocuidado), la comunidad, la familia y el Estado.
“El otro fenómeno que se enlaza es la feminización del envejecimiento, o sea, la mujer va a durar más tiempo que el hombre, tiene una expectativa de vida más larga”, expresó Marta Fernanda Ortega, directora de la Fundación NTD.
El estudio indica que, como consecuencia de los descensos en mortalidad, la sociedad dominicana es cada vez más longeva. En el transcurso de 80 años, los hombres han ganado 32 años en esperanza de vida y las mujeres 33 años. En 2020 se espera que la esperanza de vida al nacer sea de 72 años en el caso de los hombres y 78 para las mujeres. Por su parte, el análisis de la esperanza de vida a edades específicas evidencia que los mayores tendrán vidas más prolongadas.
La ejecutiva que visitó la redacción de DL junto a Sandra Aponte, presidenta de la junta de directores, dijo, además, que hay una serie de enfermedades crónicas en la mujer, no así en los hombres. Añadió: “Tenemos retos en todos los temas de la vida pública”.
Dijo que en el tema del envejecimiento es en donde menos preparados está el país. Existen discriminaciones y las mismas personas mayores se auto discriminan. “La gente no quiere ser viejo, no se conocen como adulto mayor”, dijo.
Resaltó que se está peleando por el tema de pensiones, pero no se está haciendo para incluir a la gente en el sistema.
“Hay que poner a la gente a trabajar para que tenga acceso a pensión”, indicó.
Y agregó: “ Tenemos que ver el envejecimiento como un tema a futuro, tenemos que ver el tema del envejecimiento como un tema que nos compete a todos... porque la verdad es que es el momento de tu vida más largo y es donde menos recursos uno tiene”.
La cantidad de dependientes
El estudio detalla que la tasa de dependencia muestra que hay bono demográfico, es decir, hay menos de 66 dependientes (personas menores de 15 años más las personas de 60 y más) por cada 100 individuos potencialmente activos (personas entre 15 y 59 años). Las necesidades de soporte para una población dependiente son bajas.