Un grupo de investigadores de EE.UU. ha detectado un mayor riesgo de muerte prematura en mujeres que toman bebidas azucaradas de manera regular, según un estudio publicado en la revista especializada Circulation, de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón).
“Nuestros resultados brindan apoyo adicional para limitar el consumo de bebidas azucaradas y reemplazarlas con otras bebidas, preferiblemente agua, para mejorar la salud general y la longevidad”, apuntó el autor principal, Vasanti Malik, de la Universidad de Harvard.
Los investigadores analizaron datos de más de 80.500 mujeres y unos 37.700 hombres, que respondieron cuestionarios sobre su estilo de vida y estado de su salud cada 24 meses durante casi 35 años.
Después de ajustar varios factores, los investigadores descubrieron que cuantos más refrescos azucarados consumía una persona, más aumentaba su riesgo de muerte prematura por cualquier causa.
De acuerdo a su investigación, beber de uno a cuatro refrescos al mes supone un 1 % de incremento del riesgo de muerte prematura; de dos a seis por semana un 6 % más; de una a dos por día un 14 %; y dos o más al día un 21 %.
Asimismo, detectaron que el aumento de riesgo de muerte temprana relacionado con el consumo de bebidas azucaradas fue más pronunciado entre las mujeres que entre los hombres.
“Hubo un vínculo particularmente fuerte entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de muerte temprana por enfermedad cardiovascular”, advirtieron los investigadores.
En comparación con las personas que toman este tipo de bebidas con poca frecuencia, los que bebían dos o más al día tenían un 31 % más riesgo de fallecimiento prematuro por enfermedad cardiovascular.
Estos hallazgos son “consistentes”, según los autores, con los efectos adversos conocidos de un alto consumo de azúcar en los agentes de riesgo metabólicos y las pruebas de que el consumo de estas bebidas aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, un factor de riesgo importante para la muerte prematura.
El equipo liderado por Malik consideró que estos resultados sirven de apoyo para las políticas para limitar la comercialización de bebidas azucaradas a niños y adolescentes y para implementar más impuestos a estos refrescos.